jueves, 4 de noviembre de 2010

Mourinho ya lo ha hecho


En Milán se vio un Madrid perfecto, capaz de ir a por el triplete. 
El Madrid pisó San Siro con una autoridad nunca vista. El empate a dos goles no reflejó el dominio que durante dos tercios largos del partido ejerció el equipo blanco sobre el Milán. Los tantos de Inzaghi fueron sendos accidentes producto de errores puntuales de la defensa blanca y del árbitro Howard Webb. Más allá del marcador, queda para el análisis una conclusión general aceptada: Mourinho ya tiene perfilada la versión del mejor Madrid, con juego y fuerza capaz de afrontar el gran reto de lograr el triplete.

Analizada estadísticamente, la película del partido confirma dos principios fundamentales: el Madrid fue un vendaval atacante y manejó la posesión del balón, excepto en un periodo valle de la segunda parte.

Mourinho apostó por el 'once fantástico', el más agresivo en ataque, el de más riesgos y acertó. El portugués ha dejado sentado en el Meazza que el cerrojazo no es su punto de partida, en una clara adaptación al gusto del madridismo. Tiró de Di María, Özil, Higuaín y Cristiano en el equipo titular, anunciando su intención de ir a por el partido desde el primer minuto.

Y así se vio. El minutado de acciones de juego da un balance abrumador favorable al Madrid. El tramo más asombroso se produjo entre el 6' y el 31', cuando las jugadas de ataque, tiros a puerta, jugadas colectivas y penetraciones fueron 16 contra tres del Milán. Es el ejemplo máximo de un dominio que silenció San Siro y llenó de orgullo al madridismo. Mourinho estaba aplastando a Allegri y a su lujoso plantel con Ibra, Ronaldinho, Pato y Pirlo.

Por entonces ya Di María asomaba por la banda como un puñal, también Ramos estaba en todas, Cristiano volvía locos a los rivales y a la grada, Higuaín pisaba área y firmaba el primer gol... Sólo Özil anduvo algo escondido, sin ganar un terreno para su fútbol. Sin embargo, el alemán se pegó 'una paliza', ya que según los datos de UEFA, corrió 11.125 metros, lo que le sitúa en segunda posición tras Xabi, que hizo 11.348 metros. En total, los jugadores del Madrid recorrieron 107.800 metros y los del Milán 102.394. Claramente, Mourinho consiguió que su equipo se metiera el chip del sufrimiento, sudando la camiseta.

Cuando el partido se puso cuesta arriba, la pincelada final de Mourinho tuvo éxito: metió a Benzema y Pedro León, les ordenó textualmente "conecten arriba" y así lo hicieron. El empate fue poco botín, pero dejó muy buena vibración.

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